domingo, 30 de octubre de 2011

Crítica Cine

Gigantes de acero (Real Steel)


Me estoy convirtiendo en una florecita o...?
Porque me encantó

De qué trata: Charlie Kenton, un boxeador retirado y actual operador de robots de combate, se ve obligado a hacerse cargo de su hijo, a quien no ha visto desde hace once años. A lado de Max, Charlie descubrirá la sensación de ser un padre de verdad, y al mismo tiempo, ambos llevarán a un robot de entrenamiento a la cima del boxeo.

Crítica: Para ser honesto, la película superó ampliamente mis expectativas, lo primero que pensé al ver los cortos y carteles fue "una cinta sobre peleas, que incluye robots y un niño rubio debe, forzosamente, ser mala". Ahora, me retracto por completo. La película no hace alarde de los efectos, de hecho, estos no son tan necesarios. La ambientación en general pareciera ser de nuestra época, aunque claramente no lo es. Existen algunos vacios respecto al control de los robots, a la manera de operarlos, sin embargo, estos pueden dejarse a un lado cuando se contrastan con el manejo de la acción. Los combates, pese a lo que este autor hubiera imaginado, son sorprendentemente dinámicos y de forma casi inexplicable, mantienen en el expectador un estado constante de tensión. Mientras los eventos boxísticos se desarrollan y cargan con la responsabilidad de dar acción, la historia de Charlie y Max cubre la cuota sentimental de la cinta, y lo hace bien. Sencillamente, Gigantes de acero me sorprendió.

Conclusión: De forma increíble, Gigantes de acero transforma los combates indirectos, los combates por medio de robots, en algo tremendamente estimulante. La cinta es constante en acción y no descuida el plano emocional, pareciera haberlo contemplado todo.

Lo bueno: La presentación de las peleas: interesantes, veloces, intensas, dramáticas. La evolución en la relación padre-hijo.

Lo malo: Algunos momentos en los que el control del robot parece no ser posible, aún dentro de la realidad de la película.

Puntaje: 9.5/10



domingo, 16 de octubre de 2011

La prodigiosa roots / La prodigiosa roots (en vivo)

Un poco de reggae, ska, rap... pero sobre todo, huapango y son.

El sabado 15 de noviembre de este 2011, tuve a bien presentarme en un pequeño evento de reggae, y conocer por vez primera a:

Los militantes de la vida                                    
Instrumental Ska Band                                   
Los overdubs


En una noche plena de dub, buen ska y sobre todo reggae, Militantes de la vida (antes la prodigiosa roots) hizo su debut en la escena y lo hizo de buena forma.

Para conocer un poco del pasado de Los militantes de la vida, qué mejor que un viejo disco de colaboración.





El proyecto antes llamado "la prodigiosa roots" toma forma en este disco con la participación de los Leones de la Sierra de Xichú.



Descargar


Así, este material es una combinación de huapango, ska, y un poco más. Grabado en vivo en el marco del festival de culturas populares llevado a cabo en la ciudad de Querétaro, La Prodigiosa y Los Leones nos entregan este loable intento de concientización. Para qué es la música, si no para invitar a la reflexión y a la sensibilidad.

Soñe que soñando estaba

Soñé que soñando estaba
un sueño que yo soñé
y en el sueño desperté soñando
que no soñaba.
Y es que al soñar sollozaba,
porque soñando quería,
que aquel sueño que tenía
fuera ensoñación feliz,
y el sueño de mi país,
es un sueño todavía.

Es un sueño todavía,
lo que no ha podido ser,
pero querer, es poder,
y en esa íntima porfía
enraizamos cada día
una invencible confianza,
y con costumbre, con danza,
con sones que zapateamos,
en México cultivamos
el árbol de la esperanza.

El árbol de la esperanza
no depende de la suerte,
ni de diablo, ni la muerte,
ni es tema de adivinanza,
sol, y estrella en lontananza
hacen de este árbol fecundo que es México,
un propósito profundo
de corazón ancestral,
somos tunas del nopal
y ciudadanos del mundo.

Y ciudadanos del mundo
conectados a internet,
y no insípido ballet
sino linaje rotundo de guerreros,
y yo rundo prejuicios y sin razón,
las cuerdas, al diapasón.
Hagamos guerra florida
por México y por la vida,
lo que sea que suene,
el Son.

Guillermo Velazquez
Leones de la Sierra de Xichú